Flora y Vegetación

Desde una consideración vegetacional, las razones que condicionan la presencia o no de especies arbustivas (sin considerar las chacras) en la Quebrada de Huasquiña son la escasez de agua, la gran cantidad de radiación solar y la marcada amplitud térmica que fomentan la adaptación de las especies a la aridez. De la mano también puede entenderse que ciertos tipos de animales estén determinados según la presencia de su alimento. 

De esta forma, en la Quebrada de Huasquiña es posible encontrar presencia de formaciones vegetacionales de tipo:

  • Matorral desértico con suculentas columnares que es la continuación de una formación vegetal que presenta un mayor desarrollo y riqueza florística en situaciones  ecológicas correspondientes a regiones más nortinas, en especial el sur del Perú́ . Es por excelencia  un ambiente de cactáceas y su comunidad más típica para la cual se encuentran referencias es la siguiente: Candelabro (Browningia candelaris); verbena (verbena gynobasis) y Añahuilla – Pupuña (Adesmia spinosissima –Balbisia stitchkinii) (Gajardo, 2006)


      • Matorral bajo desértico tropical andinode Atriplex imbricata y Acantholippia desertícola, Matorral muy abierto extremadamente xeromórfico en el que dominan Adesmia atacamensis y Cistanthe salsoloides, acompañadas por un elenco variable de especies entre las que pueden mencionarse Huidobria fruticosa, Dinemandra ericoides y Ephedra breana. Generalmente la vegetación se asocia a situaciones microtopográficas favorables, donde se acumula la escasa humedad. Recibe especialmente influencias marginales de lluvias de verano. Su composición florística comprende a la Adesmia atacamensis, Argylia tomentosa, Atriplex imbricata, Cistanthe salsoloides, Dinemandra ericoides, Ephedra breana, Hoffmannseggia doellii, Huidobria fruticosa, Urmenetea atacamensis. No se conocen referencias acerca de la dinámica de este piso de vegetación, pero se puede suponer que la regeneración de las plantas, está controlada por la ocurrencia de eventos de precipitación estival excepcionales, los que son muy ocasionales (Pliscoff, 2004).


      Huasquiña en su entorno inmediato posee laderas accidentadas y de formas abruptas debido a su ubicación, cuya quebrada presentó un proceso de restructuración morfológica y quiebre, evidenciado visualmente. El lecho del río por su parte, se caracteriza por un encajonamiento más amplio que hace posible la existencia de un amplio número de terrenos agrícolas, de estructura más llana y poca necesidad de terrazas de cultivo.


      El pueblo de Huasquiña por su parte conserva un plano de construcción similar a damero, aunque instalado en parte inferior de la ladera suroeste, con una línea de casas de piedra, material ligero y otras pocas con revestimientos, junto a chacras caracterizadas por producir Perales, Granadas, y hortalizas, siendo trabajadas de forma familiar y principalmente para autoconsumo, aunque no se descarta la comercialización.


      Fuente: ANTECEDENTES DE LA OCUPACIÓN HISTÓRICA COMUNIDAD INDÍGENA DE HUASQUIÑA; CONADI, Universidad de Tarapacá Año 2019.